Entradas

Mostrando entradas de abril, 2012
Imagen
Después de pasado el temporal que azotó estos días las costas del Cantábrico, había que mover un poco el Itaca ya que sino la dirección se endurece al resecarse la grasa lubricante, ademas quería probar un artilugio que había comprado por internet para pescar. La oportunidad me parecía buena el domingo, pero cuando llegué al puerto arreciaba el viento del NW que añadía fuerza a las olas de mar de fondo que venían en la misma dirección. Decidí poner rumbo hacia las aguas de la Playa de Otur, ya que si la cosa se ponía peor mejor es ir a favor del viento que no en contra. La verdad es que nada mas pasar la Punta del Focicón que está a la salida del puerto, me di cuenta que sin el Grumete -que esta vez decidió no acompañarme-, me costaría trabajo hacer las pruebas previstas ya que tenia que soltar el timón y navegar despacio mientras soltaba hilo, pero el viento y las olas enseguida me ponían la embarcación de costado dificultando las pruebas. Alfin lo conseguí -no sin esfuerzo-, aunq
Imagen
Aquí está el Itaca, aguantando el temporal en el puerto de Luarca. Esta foto corresponde al día de ayer, donde el temporal pegó con fuerza en la proa del barco. Fuera del puerto olas de mas de 7,5 metros agitaban este Cantábrico nuestro que cuando se enfurece nos hace sentirnos insignificantes ante la fuerza de la naturaleza. Espero que las amarras aguanten los tirones de las olas y de la corriente que se genera al pasar por este embudo que es la entrada a la dársena del puerto. Las fotos restantes muestran la fuerza de las olas golpeándo contra los espigones que protegen el puerto. A pesar de las obras que se realizaron para proteger el Museo del Calamar, podemos apreciar que el agua golpea la puerta de entrada como diciendo ¡Esto es mío! a unos 100 metros el Itaca y yo pensando que ya es hora que se calme. Este Cantábrico ¡Tan bello y tan bestia! Los cabos que sujetan el Itaca sufriendo lo suyo Dentro del malecón  No es un río, es la corriente en
Imagen
En la pesca con cebos artificiales tengo que reconocer que hay una parte emocional en mi a la hora de elegir señuelos, aunque siempre tratando de buscar los productos que me parecen mas innovadores y novedosos, a veces me dejo llevar demasiado por mi imaginación. El otro día estábamos pescando mi hijo y yo a jigging cuando por un fallo del material, perdió el jigg que estaba utilizando. Al buscar en la caja me dice que no tiene mas del mismo color y que le estaba dando buen resultado ¿picarán a este verde? Yo le contesto que si, que igual que al que tenia. Estoy convencido que si hay pesca y está en actividad alta, no se fijarán tanto en los colores como en el movimiento del señuelo. El resultado fue que no hubo diferencia, a menos sustancial, entre las capturas de su jigg verde como del mío. Otra cuestión es cuando ya no están con una actividad alta, entonces quizás sean mas proclives a atacar un señuelo de un color que de otro. Aunque claro está, hay que tener en cuenta que no es
Imagen
Llevaba días planeando las vacaciones de Semana Santa para dedicarlas a salir a la mar, sin embargo el tiempo no acompañaba, jueves y viernes con mar de fondo y viento, muy mala mar para dirigirse a los pesqueros que tenia en mente. El sábado empeoró la situación, ya que la lluvia había crecido el río Negro y el agua estaba color chocolate con el puerto e inmediaciones lleno de palos como siempre que hay riada. Ya estaba dispuesto a resignarme y esperar a una nueva ocasión, pero el domingo apareció con un sol radiante y sin viento. Bajé hasta el puerto a dar una vuelta y la verdad, apetecía salir a disfrutar aunque solo fuese - que no es poco - de la brisa marina. Me llama por teléfono mi hijo Segis y le comento que el tiempo había mejorado y que por la tarde saldría a la mar, a lo que raudo me contestó que si le esperaba para salir juntos. Hay que ver la afición que tiene mi vástago primogénito ya que estando a cien kilómetros del barco, cuando llegué al puerto ya me estaba espera
Imagen
El otro día comentaba un colega en esto de la pesca que siempre sacaba un cabracho pequeño, como si esta especie estuviera abonada. Me resultó gracioso porque a nosotros nos pasa también casi siempre que pescamos a cebo natural. La verdad es que son unos peces muy llamativos, aunque es preciso manejarlos con cuidado antes de devolverlos al mar, ya que tienen unas púas con veneno que nos pueden fastidiar al día. Cabracho