Congrios y sargos

Llevábamos una temporada sin salir a pescar, cuando no eran obligaciones inaplazables era que se ponía mala mar, así que esta vez aprovechamos para salir un poco a matar el gusanillo.

La idea era zarpar al amanecer -como le gusta madrugar al grumete- para calar un poco al congrio y después ponerse un poco a fondo a por los sargos que nos habían comentado que los había de buen tamaño.  Tengo que aclarar que esta salida se hacia en el Santa Olaya, es decir que la zona de pesca se realiza por Candás y no por Luarca que es donde está atracado el Itaca.

Dicho y hecho, madrugón y nos dirigimos al puerto donde vemos la gran afición que existe puesto que hay desfile de pescadores por los pantalanes preparando la jornada. El mar está estupendo, la previsiones daban olas de dos metros o un poco mas, pero en realidad hay bastante menos y si no fuera por el frío que hace parecería una jornada veraniega.



Preparamos los aparejos para el congrio y zarpamos raudos al petón que teníamos previsto para la pesca, una navegación tranquila, llegamos, observamos las deriva y fondeamos. La sonda mostraba poca actividad, pero para esta pesca creo que no importa mucho, así que aparejos al agua.

Al poco la caña de Segis da señales de que algo mordisqueaba el cebo, espera un poco, se prepara y tira con todas sus fuerzas clavando al bicho, bombea una y otra vez cuando a media agua se desengancha ¡Vaya, empezamos mal!

Aparejos de nuevo al agua y a esperar, levanto el mío para ver el cebo y sale una tonelada de pulga que se cae por la bañera, así que toca limpiar después de colocar el cebo y devolverlo al fondo. Enseguida Segis siente otra picada, esta vez hay mas suerte y el bicho llega arriba y le metemos gancho rápidamente.



Ahora veo que la puntera de mi caña tiembla pero no de miedo ni de frío sino que otro congrio está desayunando mi cebo, le dejo un poco de tiempo, tenso con suavidad, me preparo y tiro con todas mis fuerzas. Ya se sabe que hay que levantarlos pronto del fondo para no dar la posibilidad de que se encueve, así que sin cuartel para arriba bombeando, ya el freno estaba regulado para cuando el bicho pegaba unas cabezadas y si se quería ir soltase un poco de trenzado agotándolo mas. Poco a poco para arriba,  gancho y abordo.



Parecia el momento y así era ya que Segis me comenta que están picando en su caña, así que nos preparamos para una nueva captura y para poder filmar un poco con el móvil que se nos había olvidado registrar estos emocionantes momentos. Mismo protocolo, misma acción, pero la verdad me resultaba muy difícil filmar y meter gancho, así que la filmación no es muy buena ya que se necesita estar muy atento con los congrios, con su fuerza pueden soltarse en el último momento.





Decidimos que ya está bien de congrio y nos ponemos un poco a los sargos, estaban un poco ralos, es decir entraban de uno en uno cada cierto tiempo, como compensación eran de buen tamaño y el pescado "colorao" no nos dio mucho la lata, eso si no podía faltar el cabracho miniatura de rigor, que esta vez fueron dos y tuvieron suerte porque no tragaron y la presión tampoco les afectó, así que haber si crecen para el próximo día.




Para terminar cambiamos de posición y fuimos a probar si las lubis estaban por la labor, pero después de media hora sin sentir nada decidimos dar por terminada la jornada.





Bueno amigos eso fue todo vamos a visitar a los Reyes Magos de Oriente a ver si nos traen salud para el año entrante.



Felices fiestas para todos y que el 2013, nos traiga salud, trabajo y amor


Comentarios

Entradas populares de este blog

Jornada de pesca

Algunos calamares y pocas lubinas