El pasado 24 de marzo preparé una excursión de pesca para llevar a mi primo Tito en el Itaca. El hombre se lo merecía ya que la semana anterior la teníamos prevista y después de estar embarcados y hacer todos los preparativos, desistimos de salir por el mal tiempo que estaba y peor que se preveía.
En esta ocasión tuvimos un día espléndido, un mar en calma y una pesca entretenida.
Le nombré patrón para la singladura y la verdad es que se portó bien, no tengo piloto automático así que para largar los aparejos del currican siempre es mejor hacerlo entre dos aunque de poco nos sirvió ya que todos los sitios "calientes" estaban plagados de aparejos flotantes para la lubina, ademas sin señalizar.
No me canso de decir que estas artes,que ademas es ilegal tenerlas largadas los fines de semana, son un peligro ya que a veces es difícil verlas y se pueden enroscar en la hélice muy fácil con el consiguiente peligro. Por otra parte estaba plagado de nasas para el pulpo, osea que era muy difícil tantear a las lobas por las zonas buenas, así que desistimos y decidimos pescar a fondo.
No estuvo mal la pesca, llenamos el bidón entre sargos, pintos, botonas y julias. Para Tito, se que fue una gozada y para mi también, sobre todo porque hacía tiempo que no tenia un día con el mar y el tiempo tan estupendo y un compañero de pesca tan bueno.
En esta ocasión tuvimos un día espléndido, un mar en calma y una pesca entretenida.
Le nombré patrón para la singladura y la verdad es que se portó bien, no tengo piloto automático así que para largar los aparejos del currican siempre es mejor hacerlo entre dos aunque de poco nos sirvió ya que todos los sitios "calientes" estaban plagados de aparejos flotantes para la lubina, ademas sin señalizar.
No me canso de decir que estas artes,que ademas es ilegal tenerlas largadas los fines de semana, son un peligro ya que a veces es difícil verlas y se pueden enroscar en la hélice muy fácil con el consiguiente peligro. Por otra parte estaba plagado de nasas para el pulpo, osea que era muy difícil tantear a las lobas por las zonas buenas, así que desistimos y decidimos pescar a fondo.
No estuvo mal la pesca, llenamos el bidón entre sargos, pintos, botonas y julias. Para Tito, se que fue una gozada y para mi también, sobre todo porque hacía tiempo que no tenia un día con el mar y el tiempo tan estupendo y un compañero de pesca tan bueno.
La Chuar, lugar mágico
Acantilados de Cadavedo - Luarca
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