En el pasado mes de julio invité a mi amigo Samuel a pasar un día de pesca en el Itaca, el es pescador de tierra y no desde embarcación así que esperamos a encontrarnos con un mar calma para que un eventual mareo no nos chafase la jornada. Ya le comenté que solo trajese el bocadillo y tomase biodramina ¡por si acaso!
Samuel vive en Langreo por lo que se pegó un madrugón para estar tempranito en el puerto y una vez preparados todos los pertrechos salimos a la mar.
Mi intención era que Samuel pescase y disfrutara sintiendo las picadas, así que nos pusimos a cebo natural entreteniéndonos con las julias, cabras y sargos.




Pero también queria probar un poco al currican ya que en una peña que tengo marcada por dos veces se me había desenganchado una lubina y quería seguir intentándolo.

Ya cuando estábamos saliendo del bajío, se tiró una al señuelo, no era de gran porte (de esas quedan pocas) pesó 2.200gr y sirvió para alegrarnos el día.

Siento que las fotos no estén sacadas en el barco como mandan los cánones, pero os aseguro que no son de pescadería jajaja.





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